Juego De Canicas Animado : Juegos Populares El Carpio En Nuestra Memoria
¿cómo es eso que no sabes jugar a las canicas, ni al … Ayer, en mi niñez, con curiosidad veía los juegos de otros niños, más por no saber cómo jugarlos, me conformaba sólo con mirar, mas mi timidez poco a poco se fue esfumando, entonces, animado por un soplo de valentía, me atreví a pedirles que me enseñaran, se me quedaron mirando con incredulidad y me dijeron:
Ayer, en mi niñez, con curiosidad veía los juegos de otros niños, más por no saber cómo jugarlos, me conformaba sólo con mirar, mas mi timidez poco a poco se fue esfumando, entonces, animado por un soplo de valentía, me atreví a pedirles que me enseñaran, se me quedaron mirando con incredulidad y me dijeron: ¿cómo es eso que no sabes jugar a las canicas, ni al …
Ayer, en mi niñez, con curiosidad veía los juegos de otros niños, más por no saber cómo jugarlos, me conformaba sólo con mirar, mas mi timidez poco a poco se fue esfumando, entonces, animado por un soplo de valentía, me atreví a pedirles que me enseñaran, se me quedaron mirando con incredulidad y me dijeron:
¿cómo es eso que no sabes jugar a las canicas, ni al … Ayer, en mi niñez, con curiosidad veía los juegos de otros niños, más por no saber cómo jugarlos, me conformaba sólo con mirar, mas mi timidez poco a poco se fue esfumando, entonces, animado por un soplo de valentía, me atreví a pedirles que me enseñaran, se me quedaron mirando con incredulidad y me dijeron:
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Ayer, en mi niñez, con curiosidad veía los juegos de otros niños, más por no saber cómo jugarlos, me conformaba sólo con mirar, mas mi timidez poco a poco se fue esfumando, entonces, animado por un soplo de valentía, me atreví a pedirles que me enseñaran, se me quedaron mirando con incredulidad y me dijeron: ¿cómo es eso que no sabes jugar a las canicas, ni al …
¿cómo es eso que no sabes jugar a las canicas, ni al …
Ayer, en mi niñez, con curiosidad veía los juegos de otros niños, más por no saber cómo jugarlos, me conformaba sólo con mirar, mas mi timidez poco a poco se fue esfumando, entonces, animado por un soplo de valentía, me atreví a pedirles que me enseñaran, se me quedaron mirando con incredulidad y me dijeron: ¿cómo es eso que no sabes jugar a las canicas, ni al …
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